Las Cenizas: la nueva Curauma
El desarrollo de Las Cenizas está más cercano que Curauma a las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, y se encuentra dentro del área designada como zona de Urbanización de Alta Densidad por el plan regulador, que permite la construcción de 70 viviendas por hectárea, lo que potencialmente permitiría edificar 98.000 viviendas.
La deliberada paralización en 2013 de la expansión de Curauma hacia las 2.000 hectáreas adyacentes de Las Cenizas, mediante actos ilegítimos y artilugios legales (ver Caso Curauma: www.cb.cl), representa un significativo perjuicio para Valparaíso y su área metropolitana. Este estancamiento no solo frena el crecimiento ordenado de la región, sino que también afecta negativamente diversos aspectos económicos, sociales y ambientales.
En términos habitacionales, la detención del proyecto impide la creación de nuevas viviendas que alivian sustancialmente la presión del mercado inmobiliario. La falta de expansión limita las opciones residenciales disponibles, exacerbando el problema de acceso a la vivienda y manteniendo elevados los precios de compra y arriendo. Esto afecta especialmente a las familias de ingresos medios y bajos, que ven restringidas sus posibilidades de encontrar un hogar adecuado y asequible.
La arbitraria paralización de este desarrollo también tiene un impacto negativo en la infraestructura y la conectividad de la región. La expansión de Curauma hacia Las Cenizas incluye la mejora de vías de acceso y la creación de nuevas rutas de transporte, lo cual facilita la movilidad y reduce los tiempos de desplazamiento. Sin estas mejoras, la congestión vial y el deficiente transporte público seguirán siendo problemas persistentes, afectando la calidad de vida de los habitantes y la eficiencia de las actividades económicas.
Económicamente, la suspensión del desarrollo de Las Cenizas significa la pérdida de oportunidades de empleo y de inversión. La construcción de nuevas infraestructuras y viviendas habría generado una importante cantidad de puestos de trabajo en diversos sectores. Además, la mejora de la infraestructura urbana habría atraído inversiones y fomentado el establecimiento de nuevas empresas y negocios en la zona. Sin esta expansión, la región pierde un potencial motor de desarrollo económico que podría haber dinamizado la economía local.
Desde una perspectiva ambiental, la paralización del proyecto puede tener consecuencias mixtas. Aunque puede interpretarse como una oportunidad para evitar la urbanización de áreas naturales, también es cierto que un desarrollo bien planificado y sostenible podría haber incorporado prácticas ecológicas y preservado espacios verdes. La falta de avance en el proyecto deja en el aire la posibilidad de crear un entorno urbano más equilibrado y respetuoso con el medio ambiente.
Socialmente, la detención del desarrollo urbano de Las Cenizas afecta el bienestar de la comunidad. La creación de nuevos espacios verdes y áreas recreativas, incluidos en los planes originales, hubiera mejorado la calidad de vida de los residentes, proporcionando lugares para el ocio y el esparcimiento. La falta de estos espacios contribuye a un entorno urbano menos agradable y saludable, privando a la comunidad de beneficios significativos para su bienestar físico y mental.